Ser desarrollador es ser un artista. Día a día nos enfrentamos a retos y herramientas desafiantes, tanto a nivel técnico como mental, para crear nuestras obras de arte, herramientas, prototipos o productos que mejoren la vida de un grupo selecto de personas. Pero, ¿cómo afecta la toxicidad a nuestra capacidad de crear y ser los mejores artistas posibles? Es fácil de entender, pero primero debemos aclarar qué es la creatividad.
La creatividad es la capacidad de generar ideas, soluciones o expresiones originales y valiosas. Implica pensar de manera innovadora y ver las cosas desde nuevas perspectivas, lo que permite resolver problemas de manera única y aportar algo nuevo. La creatividad no se limita solo a las artes; también es fundamental en la ciencia, la tecnología, los negocios y en la vida cotidiana. Es una habilidad que se puede desarrollar y fortalecer con la práctica y la apertura a nuevas experiencias.
Sabiendo qué es la creatividad, vamos a hablar de los puntos tóxicos de un ambiente laboral: la falta de comunicación. Esto puede hacer que pierdas la confianza en la empresa y en sus empleados, llevándote a una falta de motivación por lo que haces, porque sientes que simplemente no hay interés por mejorar, por cambiar lo que pueda estar mal, por mejorar el producto, por el bienestar de la empresa y sus colaboradores. Se crean ambientes tensos que surgen por la falta de comunicación, y esto es muy importante para formar grandes equipos.
El exceso de carga laboral, sumado a la frase "no hay presupuesto", conlleva a un modelo carente de reconocimiento y recompensa, ya que no hay un liderazgo adecuado o simplemente no están abiertos a aprender nuevas maneras de liderar y hacer que los equipos crezcan. Esto crea la paradoja del jardín de flores. Imagina que la empresa es un jardín de flores, donde tú debes cuidarlas, regarlas, estar pendiente de ellas, abonarlas y demás para que estén lindas. Si no te comunicas con las flores ni observas qué les pasa, lo que sucederá es que lo mejor de la flor terminará por caerse, lo que se traduce en que los mejores empleados se irán de la empresa. Los que son buenos, pero guardan lealtad a la empresa, que en este caso son el centro de la flor, también llegarán a un punto en que dirán adiós. Solo quedará el tallo, es decir, aquellos que no tienen otro lugar a donde ir.
Normalizar abusos en ambientes laborales robotiza y mata la autoestima de los devs, aplacándolos con frases como "aquí tengo estabilidad", "esto va a cambiar", o "en su momento hicimos muy buen equipo". Esto no te permitirá enfocarte en un aprendizaje continuo, ya que bajo el estrés, la agonía y otros sentimientos, te sientes aprisionado, estancado, bloqueado. Esto matará tu curiosidad, tu autoestima, tu creatividad y, por último, tu cerebro. En serio, como artista tecnológico, ¿quieres vivir así?